Normalmente mi ritual a la hora de vestirme es centrarme en una parte de arriba y después buscarle unos compañeros: pantalones o falda, zapatos... Y, por último, van los accesorios. Pero esta vez ha sido distinto. Nunca he sido partidaria de conjuntar marrón con negro, sobre todo si el primero es oscuro; haciendo alguna excepción si hablamos de marroncito claro.
En este outfit escogí las prendas a partir del famoso sombrero de Zara y quise seguir un poco con su línea de colores: marrón, dorado y negro.
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